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I'm with you es el décimo disco de estudio que lanzan los Red Hot Chili Peppers, y llega cinco años después del álbum doble Stadium Arcadium. Cuya creación ha estado marcada por la segunda salida del guitarrista John Frusciante, hecho que llevó al batería Chad Smith a hablar de: una nueva banda con el mismo nombre, y al bajista Flea a decir que se trataba de un renacimiento para ellos.

Para escuchar este trabajo he preferido no tener en cuenta sus discos anteriores para simular así qué pasaría si este álbum llegara a mis manos sin yo saber a qué grupo pertenece. Obviamente es difícil no reconocer el estilo de Red Hot Chili Peppers, pero considero que es más importante escuchar el disco hoy, con la mentalidad musical de hoy, para posteriormente apreciar si ha habido evolución o no. No creo que sea útil empezar a escuchar I’m with you pensando By the way era mucho mejor o Me gustaba más Dani California.
La primera canción de este I’m with you es Monarchy of roses. Tiene un inicio experimental, dando la sensación de que el grupo se está preparando para empezar a tocar. El efecto de la voz tampoco hace pensar que sea algo convencional. Sin embargo, tras varios versos el tema coge otro color, mucho más distendido, más alegre y con una onda disco muy bailable. A lo largo de los segundos se van alternando las partes experimentales con las normales, dando como resultado un efecto alivio muy interesante. Por cierto, primera canción y primer solo de guitarra de Josh Klinghoffer, bastante acertado. Lo mejor de la canción es la fuerza que gana al final.

Factory of faith es el segundo corte de este nuevo trabajo. El bajo es lo primero que entra en acción, quedando en un primer plano durante el resto de canción, una canción con unas estrofas medio rapeadas bastante extrañas y con un estribillo que no termina de convencer. Sin embargo, la cantidad de detalles que vamos escuchando hacen entretenida la escucha.

El siguiente tema en llegar es Brendan’s death song y lo hace con un arpegio de guitarra acústica muy bonito y la voz de Kiedis con mucha calidez y templanza. Conforme pasa el tiempo la canción va ganando ritmo y la melodía de la voz nos va arrastrando poco a poco hasta llegar a la parte instrumental, muy tribal. Destacaría especialmente los “ie ie” del final, que en concierto deben ser espectaculares cantados por el público. Es muy comercial, aunque puede llegar a resultar algo cansina si no te gusta la melodía principal.

Ethiopia vuelve a contar con una línea de bajo protagonista y un ritmo a destiempo que queda muy resultón junto a la línea de voz. Su ritmo y su esencia étnica atrapan desde el principio. Muy buen tema.
Annie wants a baby es muy dinámica, tiene muchos cambios y tiene arreglos de guitarra que compaginan perfectamente con la voz.

Look around tiene un estilo que mezcla el funk con un ritmo dance, al que también contribuye la línea de bajo. Su punto álgido es el estribillo, nada difícil de aprender y que seguro funciona bien entre los seguidores, aunque las estrofas son bastante pegadizas. Me gusta la parte instrumental, en la que se relaja el tempo y la guitarra juega un poco con los acordes.

The adventures of rain dance Maggie, como single cumple perfectamente con la tarea de agradar desde la primera escucha.
Did I let you know tiene una base rítmica muy de vacaciones en las Bahamas, con una batería que bien podría considerarse de reggaeton, aunque poco tiene que ver con ese estilo musical. Me gusta mucho su aire optimista, su estribillo melódico y la colaboración de Michael Bulger a la trompeta.

Goodbye Hooray empieza fuerte con una guitarra eléctrica ligeramente distorsionada y una base rítmica contundente, en la que Flea se despacha a gusto con slap incluido. La estructura de la canción evoluciona rápidamente, con cambios constantes, siendo un track que prácticamente se escucha solo hasta que llega una parte muy relajada, que sorprenderá y agradará.

En Happiness loves company encontramos a un invitado especial: el piano. Este instrumento, junto con la batería, el bajo y la voz conforman una mezcla que suena a una especie de rock clásico de cabaret. ¿Raro verdad? Sí, pero muy interesante de escuchar.

Aunque por el título podríamos haber deducido lo contrario, Police station es la balada del disco. Me gusta que todos los instrumentos se distingan tan claramente,también hay piano, por cierto, por lo que hay que destacar la labor de producción y sobre todo la buena composición para que todo suene tan armonizado.

Even you, Brutus? es un compendio de influencias del blues, del jazz y del funk que consiguen una canción original y con un ritmo que nos hará mover el cuerpo.

Meet me at the corner inicia con un lead de guitarra muy relajado y nos lleva hacia una canción muy suave y muy natural. Es quizá en la que más protagonismo tiene Josh, también es cierto que coincide en que el bajo pasa a un segundo plano.

Por último encontramos Dance, dance, dance que va en la onda optimista de Ethiopia, pero con un poco menos de brillo y de gancho. Creo que, para llamarse así, le falta un poco más de ritmo. Aún así, es un buena tema.

Como hemos podido comprobar se trata de un disco muy completo. Catorce canciones dan para mucho y Red Hot Chili Peppers han sabido improntar en cada corte una influencia y un sonido distinto. Desde un punto de vista industrial, hay que decir que este I’m With You es muy comercial y seguro que funcionan bien sus ventas. Sin embargo, también hay partes bizarras y que solo podrías esperar de un grupo como éste.

Por eso, ahora sí, si comparamos con discos anteriores nos daremos cuenta de que hay una evolución hacia un sonido más agradable, que tira mucho hacia el pop, pero siempre manteniendo el gusto por la música, la calidad en las composiciones y la elegancia en la ejecución. Recordamos que los músicos que forman Red Hot Chili Peppers tienen mucha experiencia y la música parece salirles sola.

Creo que es un álbum digno de escuchar con la intención de disfrutar de una hora de música trabajada y muy bien ejecutada.

Descargalo aquí: http://depositfiles.com/es/files/fqw1scxdh